Aunque queda algo menos de un mes para que comience el verano, lo cierto es que en muchas partes de España el calor empieza a apretar y, como es costumbre, las noches se hacen más duras. Conciliar el sueño se complica, pues la temperatura óptima para hacerlo oscila entre 19 y 22 grados y, en muchas ciudades del país, las noches rozan dicha temperatura en la calle, lo que no quiere decir que los hogares conserven estos grados.
Es habitual que, por el uso de electrodomésticos y aparatos electrónicos del hogar, así como de la propia luz eléctrica, la temperatura de cada casa sea superior a la del exterior. Por eso, muchas familias recurren al uso del aire acondicionado, pero hay otras formas que permiten ahorrar en mayor medida.
- Seca la ropa al sol o en una habitación que no vayas a utilizar: si no tienes una amplia terraza para tender la colada, usa un tendedero y una habitación que no utilices para secar tus prendas. Si la tienes, en apenas unos minutos tu ropa estará seca sin uso de la secadora.
- Ventila inteligentemente: abre las ventanas a primera hora de la mañana para que entre el aire más fresco de todo el día. Cuando te vayas a marchar, baja las persianas y cierra ventanas y cortinas para evitar que el calor se introduzca en tu hogar. Haz lo mismo por la noche, cuando la temperatura baje.
- Refresca durante un par de horas el salón o tu habitación y duerme con el ventilador encendido: así conseguirás que el aire que hay en tu hogar sea fresco.
Lo más importante, de todos modos, es escoger el aparato que refrigerará tu hogar. Apuesta por modelos de aire acondicionado A+++, los más eficientes del mercado, que te harán gastar poco en electricidad.