Hace unas semanas los medios de comunicación publicaban que los españoles pasan casi 11 horas delante de una pantalla cada día. Esto hace, un total, de casi medio año delante de televisores, ordenadores, móviles, tablets u otros dispositivos que tienen una doble consecuencia: la óptica, con sus efectos negativos en la salud ocular, y la económica, la cantidad de horas realmente innecesarias delante de estos dispositivos y su coste mensual.
Así, desde Lúmina Energía hacemos un análisis en el que repasamos 5 maneras de ahorrar con ordenadores de mesa o portátiles.
Apágalo en lugar de dejarlo en reposo:
La primera es la más importante y la más significativa. Un ordenador de sobremesa puede gastar anualmente unos 8€ en stand by, mientras que un portátil hace lo propio con un coste total de 6€ al año. Este puede ser un coste mínimo anualmente, pero si lo multiplicamos por cada ordenador que pueda haber en un hogar o, lo que es más preocupante, una oficina, hablamos de un derroche de energía y un sobrecoste alto e innecesario. Asimismo, si se le sumaran los 12€ de coste que tiene una impresora media en stand by al año, unos altavoces, con casi 5€ de coste, y otros 12€ del router wifi, hacen un total de entre 35 y 37 euros anuales por equipo.
Desconecta el portátil de la fuente de la alimentación
Si estás usando un portátil, lo mejor será que cargues la batería al 100% y luego desenchufes el propio aparato de la corriente y la clavija de carga. Así, evitarás consumir electricidad de manera contínua y la salud de su batería se prolongará por más tiempo.
Apaga los periféricos:
Si tu ordenador de sobremesa tiene aparatos periféricos conectados, como el teclado o el ratón. No gastarás directamente energía proveniente de tus enchufes, pero sí gastarás baterías o pilas y, si estas son recargables, entonces sí encontrarás un sobrecoste en tu factura de la luz.
¡Ojo con la regleta!
De poco sirve apagar el ordenador o portátil si tienes la regleta encendida en la que están conectados las fuentes de alimentación, estas seguirán nutriendo la carga, sobre todo, de los laptops.
Actualiza el software
Salvo contadas excepciones, que son subsanadas por parte de las compañías suministradoras de programas o sistemas operativos, actualiza las aplicaciones y tu propio ordenador. Los nuevos softwares buscan consumir menos energía que los anteriores, entre otras muchas funciones.