La alimentación es un bien de primera necesidad. La cocina es una de las zonas del hogar donde más tiempo pasamos en casa. Uno de los espacios más importantes, donde preparamos comidas y en muchos casos, también las tomamos.
Esta semana os hablamos desde la cocina de casa, con trucos para ahorrar energía eléctrica en la medida de lo posible.
La cocina debe estar ubicada en una zona iluminada de tu hogar
Como hemos comentado anteriormente, es una de las zonas donde más tiempo pasamos en la que debe dar luz natural. Así evitamos usar electricidad durante el día, por ejemplo, a la hora del desayuno o almuerzo.
El frigorífico puede consumir tanto como el lavavajillas, el televisor y la lavadora juntos.
Es importante que esté alejado de electrodomésticos que desprendan calor como el horno, que realentiza el proceso de enfriamiento de la nevera. Por consiguiente, necesitará “más fuerza” para enfriar los alimentos y gastará mas energía.
Los microondas más actuales tienen luz en su interior
Recuerda cerrar la puerta cuando no lo estés usando o al terminar de calentar cualquier alimento. Si además cubres tu plato estas consumiendo un 25% menos de energía.
No desperdicies el calor del horno.
Evita abrirlo mientras esté funcionando y úsalo sólo cuando sea fundamental. Hay alimentos que también pueden cocinarse en el microondas y su uso supone un ahorro de hasta un 70% de energía. Intenta cocinar varios alimentos juntos si es necesario y apágalo un poco antes de finalizar la cocción para aprovechar el calor.
Utiliza ollas y sartenes de la misma medida que tu vitrocerámica para que no se escape el calor.
Aclara siempre los platos antes de meterlos en el lavavajillas
Ponlo en funcionamiento cuando esté totalmente lleno, programándolo en “modo económico».
Son unos consejos muy sencillos y nada laboriosos que incrementan el ahorro de energía en tu hogar. No te lo pienses y ponlos en práctica ¡Notarás los resultados en la factura!