Disfrutar de una auditoría energética para tu hogar u oficina es uno de los grandes beneficios de los que puedes disponer si eres cliente de Lúmina Energía. Pero ¿sabes exactamente lo que es?
Si siempre te has preguntado en qué se traduce en tu factura de la luz, seguro que tras este artículo te quedará muchísimo más claro.
Qué es una auditoría energética
Se trata de un estudio completo que realiza un profesional del sector eléctrico y/o de energía sobre un edificio o instalaciones. La finalidad no es otra que obtener toda la información posible sobre los elementos que pueden influir en el consumo de electricidad de dicha ubicación.
Además, es muy importante tener en cuenta que mediante esta auditoría energética se pueden detectar los puntos donde se “pierde” mayor cantidad de energía. Incluso el consumo es el inadecuado.
Por todos estos motivos, la auditoría energética es algo tan importante para poder ahorrar en la factura de la luz. No solo promete, cumple indudablemente con la función de permitir una eficiencia energética mucho mayor.
Las fases de una auditoría energética
Es muy importante conocer cuáles son las fases de una auditoría energética a la hora de que puedas recibir la tuya.
1. Información y planificación
En esta fase es fundamental que el gestor investigue sobre el inmueble en que se va a realizar el examen sobre la viabilidad energética. Para ello, debe incluir previamente una serie de información sobre la misma.
Entre esta documentación se encuentran puntos tan importantes como una documentación gráfica y escritora sobre aquellas instalaciones en que se va a realizar. También es fundamental conocer los datos sobre el clima.
Otros aspectos, como por ejemplo el año en que se construyó dicho inmueble también es importante o si, por ejemplo, ha sufrido algún tipo de reforma posterior.
También los datos relacionados con los hábitos en la vivienda tanto de horarios como de ocupación. Por supuesto, las máquinas y el consumo de energía de las mismas. Y, evidentemente, facturas anteriores del mismo lugar para poder realizar una comparación.
2. Visita
Una vez que el gestor energético ha llegado al inmueble debe realizar una serie de comprobaciones y pruebas en el mismo.
En primer lugar, debe realizar una verificación del estado en que se encuentra la vivienda u oficina. Posteriormente la observación de cuáles son los hábitos de quienes allí viven mediante mediciones de equipos.
Por último, la llamada envolvente del edificio es fundamental ya que es donde se pueden encontrar los puntos de pérdida de calor o en los que se malgasta la energía.
Paralelamente, la medición de las instalaciones y suministro eléctrico en que se estudiarán factores de potencia y energéticos. También os equipos de iluminación del edificio y de otras instalaciones también son fundamentales a la hora de realizar esta auditoría energética.
Es especialmente importante la medición con caudalímetros. Unos aparatos que se ocupan de controlar cuál es la presión del agua que circula por las tuberías.
Una vez el auditor haya realizado este proceso debe estudiar la facturación o la distribución de aparatos eléctricos de la oficina.
3. Propuestas
Por supuesto, este análisis sin una serie de propuestas de mejora no tendría sentido. Por ese motivo deben realizarse adecuando el consumo energético al hogar.
4. Estudio
El análisis económico de las medidas a mejorar de cada una de las propuestas.
5. Informe
Este documento que recoge toda la información sobre los puntos que se han explicado previamente es reflexionada por parte del equipo de la comercializadora de energía, haciendo partícipe y receptor al usuario.
Lúmina tiene a tu auditor energético
Ya sabes que en Lúmina tenemos a un equipo dispuesto a darlo todo para convertir tu hogar en el más eficiente. Por este motivo, te recomendamos que solicites una auditoría energética. En ella te aseguramos que puedes ahorrar desde un 15% hasta más de un 40% en el consumo de tu oficina u hogar.