¿Sabías que uno de los electrodomésticos que más consume en una oficina u hogar es el frigorífico? Tal vez te haya sorprendido, aunque en realidad tiene mucho sentido. Al fin y al cabo, se trata de un aparato que nunca se apaga y cuya temperatura interna es un factor muy fundamental. Tanto es así que el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) considera que el gasto que produce en la factura mensual alcanza a casi el 31%.
Ahorrar gracias a una nevera no depende del precio sino de la clase energética a la que pertenece. Si quieres conocerlo todo sobre la eficiencia energética en tu cocina ¡toma nota!
Las clases energéticas de una nevera y su consumo
Saber cuánto consume tu frigorífico es fundamental para que puedas escoger el más eficiente. Como es lógico, aquellos más modernos tienen un precio más elevado y suponen un ahorro mayor. Estos son los consumos de todas las categorías de este electrodoméstico que existen.
- Clase energética A+++: 175 kWh
- Clase energética A++: 284 kWh
- Clase energética A+: 322 kWh
- Clase energética A: 374 kWh
- Clase energética B: 507 kWh
- Clase energética C: 646 kWh
Si estás pensando en comprarla mejor de ellas, es decir la categorizada como A+++ tenemos dos cosas que decirte. La primera de ellas es ¡enhorabuena! Adquirirás un electrodoméstico de altísima calidad y con un funcionamiento perfecto que te permitirá mantenerlo durante muchos años contigo.
Pero, lo segundo y también muy importante es que, como imaginarás, el precio de cada uno de ellos es diferente. Es decir que, aunque la eficiencia energética del frigorífico de tipo A+++ del ejemplo sea lo mejor del mercado, su precio también es indirectamente proporcional al ahorro que nos produce. Es comprensible que ese menos del 24% de consumo total se vea reflejado en un electrodoméstico de precio considerable.
Por ello, todos los pertenecientes a la clase A (A+, A++, A+++) se encuentran recomendados para su utilización mientras que los de B o C demuestran un consumo en la factura realmente alarmante.
Claro que la compra de un electrodoméstico en general y de un frigorífico en particular es una decisión que no se debe tomar con rapidez sino con tranquilidad y conociendo los productos correctamente.
Estos modelos de “alto consumo” suelen ser modelos más antiguos que los demás. Por ello si en los últimos años no hemos cambiado nuestra nevera en casa o en la oficina, seguramente pertenezcan a este tipo. Se trata de electrodomésticos construidos en su mayoría antes de la aparición de la clase A.
Ahorrar con tu frigorífico es posible
La eficiencia energética que supone un electrodoméstico A+++ es tan alta que aunque no sea la opción más económica a priori, se convierte en la que más logrará que ahorres en tu factura de la luz.
Pero no es esta la única manera de reducir tu consumo energético. Un buen truco que te ayudará a reducirla es controlar la temperatura del frigorífico. En concreto, una nevera a 5ºC y un congelador a -18ºC es la mejor opción para economizar la energía.
También te ayudará a eliminar el viejo hábito de abrir la puerta en busca de comida… sin saber exactamente qué queremos coger. No solamente provoca el consumo de productos no demasiado sanos pero estéticamente atractivos, también hace que aumente la temperatura interna. Otra manera de ahorrar es vaciarlo, limpiarlo y desconectarlo antes de irnos unos días fuera.
En general, la utilización de todo tipo de aparatos eléctricos en el hogar supone un gasto económico importante que, inevitablemente, repercutirá en tu factura. Pero siguiendo estos consejos e invirtiendo en un frigorífico de clase A seguro que lo logras.
Como también lo lograrás con un traje a medida. Sí, de esos que se ajustan perfectamente a ti, que están hechos especialmente para ti. Esa es nuestra especialidad, crear una tarifa que se ajuste al 100% a ti, a tus necesidades.
Lúmina, la energía que necesitas.