Si miramos detenidamente muchos de los electrodomésticos que usamos diariamente nos daremos cuenta de un detalle que, a veces, pasamos por alto. Se trata de la etiqueta de eficiencia energética. Esta nos dice la capacidad de un electrodoméstico para realizar todas sus funciones con el menor consumo de energía posible. Pero… ¿sabemos leer esta etiqueta? ¿sabemos la importancia que tiene?
En todos los electrodomésticos que compremos en España (es obligatorio en toda la Unión Europea), encontraremos esta colorida etiqueta que incluye una serie de letras que van desde la A a la D. ¿Qué significan estas letras?
Las etiquetas A+++, A++ y A+ son letras de consumo muy eficiente.
Las etiquetas A y B son letras de consumo moderado.
Las etiquetas C y D son letras de consumo poco eficiente.
Pero con saber esto no es suficiente. En la parte superior podemos ver el proveedor y el modelo del electrodoméstico, en la parte central se sitúa la escala de eficiencia energética que hemos visto con anterioridad (de A+++ a D). Justo debajo, nos indica el consumo anual y en la parte final observaremos unos pictogramas que dependiendo del aparato pueden variar.
Ahora podemos entender la razón de la diferencia de precio entre unos electrodomésticos y otros. Evidentemente, los más caros son los A+++. Pero debemos tener en cuenta que un mayor desembolso inicial merecerá la pena a la larga debido al ahorro energético de estos aparatos y por supuesto, por el medio ambiente. Y es que, un electrodoméstico catalogado con la etiqueta A+++, puede llegar a consumir hasta un 75% menos. Un dato muy a tener en cuenta con aquellos electrodomésticos que más utilizamos. Por ejemplo, los frigoríficos se llevan casi el 30% del total de consumo de una casa. Le siguen los televisores y ordenadores (12%), lavadoras (11%), hornos (8%) y lavavajillas (6%).
Ahora que ya conoces las etiquetas de eficiencia energética de tus electrodomésticos podrás lograr que tu consumo sea más eficiente y así poder aportar tu granito de arena con el medio ambiente.