Dicen que todo tiene un lado positivo, solo depende de cómo lo interpretes. El COVID-19 ha supuesto un antes y un después en nuestras vidas, pero si ha servido para algo, ha sido para que nos demos cuenta de lo necesario que es empezar a invertir en energías limpias.
Ha llegado el momento de iniciar la desescalada con respecto a la industria del combustible.
Los datos obtenidos por agencias especializadas en el sector como la ONU, o por los responsables de otros países como Svenja Schulze, Ministra de Medioambiente y conservación de Alemania, indican que la inversión en energías renovables es la mejor solución para la recuperación económica.
Podríamos decir que éste ha sido el punto de inflexión para comenzar a invertir en una energía que no nos destruya, sino todo lo contrario, una energía que mejore nuestra calidad de vida y que a su vez contribuya con el medioambiente.
La puesta en marcha e instalación de este tipo de energía supondrá un elevado coste, pero que se verá claramente rentabilizado a largo plazo y en el corto plazo con la creación de puestos de trabajo relacionados con el sector, llegando por tanto a ser una industria mucho más rentable que la actual del combustible.
La inversión en este sector, es una apuesta segura no solo por todos los beneficios previamente descritos, sino porque se trata de una energía con la mayor eficiencia que nos reportará mejores resultados.
Desde Lúmina seguimos queriendo impulsar las energías renovables con el autoconsumo fotovoltaico, una alternativa que supera con creces a la energía del combustible y no solo en calidad energética y cuidado del medioambiente, sino en un factor primordial y fundamental para despegar de esta crisis, el ahorro. Con las placas solares tú eres el que gestiona tu propia energía.