El lavaplatos ha pasado a convertirse en una parte fundamental de nuestro día a día, tanto es así que por lo general son pocas las veces en las que solemos fregar los platos a mano. Por esta misma razón desde Lúmina, hemos querido realizar un pequeño manual en el que incluimos consejos para que hagamos un uso eficiente de nuestro lavavajillas sin tener que pagar de más.
¡No lo aclares!
Debemos evitar el aclarado previo de la vajilla, solo debemos retirar, con la ayuda de un tenedor y sin malgastar agua, los restos de comida que hayan quedado pegados, el resto de suciedad la debemos meter directamente en el aparato, ya que como su propio nombre indica es el encargado de “fregar los platos” por lo que si nosotros lo hacemos manualmente estaremos haciendo su trabajo y gastando el doble de agua y jabón.
¡El secreto está en el orden!
Es fundamental que ordenemos la vajilla, de manera que quede espaciada para que el agua pueda fluir libremente y queden limpios los platos. De lo contrario, tendremos que fregarlos nuevamente a mano, aumentando el gasto de agua en nuestra factura.
A la hora de ordenarlos, debemos saber que en la cesta inferior del lavaplatos debemos colocar los recipientes que estén más sucios, como pueden ser los platos, las ollas o tapaderas, ya que en esta zona la presión del agua es mayor. En la cesta superior, donde la intensidad es menor, colocaremos los elementos que acumulen menos suciedad como pueden ser los vasos.
¡El mantenimiento es una pieza clave!
Es fundamental, si queremos que realice una limpieza eficiente, que limpiemos el filtro una vez en semana, al igual que deberíamos hacer con el dosificador del detergente.
En el caso de las aspas, es recomendable limpiarlas una vez al año. Si no hacemos un continuo mantenimiento del aparato no realizará su función correctamente, provocando de esta manera un aumento en nuestro consumo, ya que tendremos que limpiar la vajilla doblemente, gastando más agua, producto y provocando que la de nuestro electrodoméstico disminuya.