Poner la lavadora llena, no poner programas muy largos en el lavavajillas, cambiar los electrodomésticos antiguos por otros eficientes. Estas son solo algunas de las muchas medidas para ahorrar en la factura de la luz que puedes llevar a cabo en tu casa. Algunas de ellas suponen un desembolso inicial grande, aunque a la larga sean decisiones muy rentables. Otras necesitan de una acción constante en nuestro día a día que, aunque puedan ir en contra de nuestros hábitos ya adquiridos, por su ahorro merecen la pena. Pero ¿Y si te dijéramos que hay otras que con un cambio relativamente barato y sencillo consiguen un gran ahorro? Sigue leyendo si te interesa ahorrar.
LED, la manera más fácil de ahorrar
Pues sí, hablamos de la iluminación LED. Y es que esta tecnología permite un ahorro de hasta un 70% en la energía consumida en iluminación de nuestros hogares. Supone una ventaja tanto con respecto a las tradicionales bombillas incandescentes como con respecto a las bombillas fluorescentes de bajo consumo.
Además de este ahorro en energía, las bombillas equipadas con esta tecnología suponen una buena inversión a largo plazo también por su gran vida útil. Las bombillas LED tienen una vida útil de hasta 5.000 horas mientras que las tradicionales bombillas incandescentes no superan las 1.000 horas, llegando como mucho a las 2.000 horas en el caso de las halógenas.
Pero si además de ahorrar, también te preocupa el medio ambiente, con las bombillas LED estás de enhorabuena pues su menor consumo energético supone un ahorro en la emisión de gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global.
Como ves las razones para cambiar tus antiguas bombillas por bombillas LED son variadas y contundentes y en Lúmina disponemos de una gran variedad de productos LED con hasta cinco años de garantía y sustitución inmediata ¿A qué esperas para pasarte a LED con Lúmina?