¿Sabes cómo se puede controlar si una instalación eléctrica supera la potencia que ha contratado? Seguro que ahora mismo estás preguntándote cómo lograrlo.
La solución es muy sencilla: con un maxímetro eléctrico. Se trata de un instrumento que permite encontrar en estas ubicaciones la potencia máxima que se necesita para que las necesidades eléctricas del lugar se encuentren solventadas en periodos de unos quince minutos.
Su finalidad es esa ya que, gracias a ella, pueden evitar los cortes de electricidad que suceden cuando la potencia contratada se ve superada por la realidad. Evidentemente, en lugares en los que la instalación cuente con un interruptor de control de potencia o un ICP no sucede.
¿Los contadores cuentan con un maxímetro?
La respuesta a la pregunta es un sí rotundo. Y es que todos los contadores tienen algún tipo de aparato cuya función es controlar la potencia del suministro de energía dispuesto en el lugar. Como hemos dicho un poco más arriba, aquellas que tienen un ICP no acostumbran a tener un maxímetro.
Este tipo de dispositivos acostumbran a encontrarse en instalaciones eléctricas cuyo servicio no puede interrumpirse por ningún motivo. Como es el caso de quirófanos o bloques de pisos.
Los contadores con maxímetro se encuentran siempre en instalaciones con potencias de más de 15kW y, en ocasiones, en otras menores suele ser por una situación especial. Para ello es necesario realizar una petición en la que se justifique dicha necesidad y ponerse en contacto con la comercializadora de energía. Ellos realizarán la solicitud a la distribuidora que será quien, en última instancia, decida qué decisión tomar.
¿Reduce la potencia contratada?
Este dispositivo también sirve para conocer la potencia contratada en la instalación. De hecho, lo más habitual es que tengan una mayor de la que necesitan. ¿En qué se traduce esto? En un aumento innecesario en la factura de la luz.
¿Cómo puede ayudarnos a ahorrar un maxímetro? Gracias a que realiza mediciones de la potencia real cada 15 minutos, saber qué potencia es necesaria en ese edificio es mucho más fácil y real.
Claro que, a través del ICP también se puede comprobar. Una manera muy sencilla de averiguarlo es pensar si alguna vez han “saltado los plomos en la casa”. Si la respuesta es negativa, seguramente la potencia contratada sea mayor de la necesaria.
Facturación por maxímetro
Es relativamente diferente, por lo que aparece, normalmente, la comparativa entre la potencia consumida y la contratada. De hecho, el cobro se hace teniendo en cuenta ambas cifras.
Asimismo, dependiendo de algunos factores, la mensualidad puede variar. Si el consumo es menor al 85% de la potencia contratada, caso en el que se debe abonar el 85% del total. En el caso de que el consumo oscile entre el 85% y el 105% el usuario paga la cantidad exacta. Y, si fuera mayor del 105%, el importe es el total además de una penalización por exceso, que es el doble de la potencia contratada.
Todos estos datos arrojan motivos suficientes para tener un maxímetro eléctrico. ¿Y tú, crees que es tu mejor opción?