Nos encontramos ante una situación totalmente nueva, en la que a pesar de que ha transcurrido algo más de un mes seguimos intentando adaptarnos a este nuevo estilo de vida.
Con el trabajo, además, todo se hace un poco más cuesta arriba. Las rutinas cambian, los procesos se vuelven más lentos y la comunicación es poco fluida. ¡No cabe ninguna duda de que resultan necesarias una serie de pautas para poder mejorar nuestro rendimiento laboral desde casa!
Todos sabemos que la base de toda relación es la comunicación. Podríamos afirmar que gran parte del éxito de cualquier proyecto reside en un correcto entendimiento entre los miembros que lo conforman. Por tanto, llevándonos esto al ámbito laboral, diríamos que para que los proyectos se puedan desarrollar favorablemente tiene que haber una continua y fluida comunicación entre los empleados y miembros del equipo.
Pero esta comunicación no debe utilizarse únicamente durante el horario laboral, tiene que extenderse a un ámbito más informal y desinteresado a fin de conseguir una relación más estrecha entre ambos y poder así empatizar con los compañeros conociendo, en la medida de lo posible, cuál es su situación personal, en qué condiciones trabajan y poder saber si hay algo que les pueda estar afectando en su rendimiento o de qué manera potenciarlo.
Para ello, es importante utilizar las herramientas de trabajo necesarias. En este caso sería recomendable hacer uso de un chat interno para hablar de forma más informal y en el que poder tratar las cuestiones más inmediatas. Un mail para llevar a cabo aquellas comunicaciones que incorporen datos, imágenes o documentos y que sean de carácter más formal. Y con el fin de poder realizar una experiencia más completa sería interesante la utilización de instrumentos que nos permitan hacer video-llamadas en las que los miembros se muestran un 100% activos y pendientes de la conversación, a diferencia de los dos casos anteriores que no requieren tanta atención. Hay un amplio abanico de posibilidades que ofrece el mercado en el que podemos encontrar una gran variedad de opciones para elegir.
Es primordial, que estos canales se utilicen de forma coherente y que no se saturen con información o conversaciones vacías y que no aporten. En definitiva una buena comunicación depende de todos nosotros y del uso que decidamos hacer de las herramientas de las que disponemos.