Las facturas de enero de 2019 están siendo un 7% más caras que en el mismo mes del año pasado. Y aunque el precio suele variar, esta vez hay un culpable destacado: el impuesto al CO2.
La luz sube en enero un 7% respecto al año pasado
Para luchar contra el cambio climático las empresas que producen CO2 deben pagar una tasa. Hace justo un año era de unos 8 euros por tonelada emitida pero estas últimas semanas ha subido hasta los 23 euros. Este aumento brutal lo pagan las compañías, pero acaba repercutiendo en los hogares.
A pesar de que puede resultar lógico, no lo es tanto si analizamos el origen de la energía. El 30 de enero de 2018 el carbón produjo el 16% de la energía que se consumió en España. El mismo día de este 2019, el carbón nos aportó el 8%.
En el otro extremo están las energías renovables: de aportarnos el 30% aquel 30 de enero, un año después han crecido hasta el 58%. ¿Cómo es posible entonces, que consumiendo menos carbón y más renovables, nos sigan subiendo tanto la factura?
La respuesta es sencilla: porque al final la energía, provenga de donde provenga, se acaba juntando y todos pagan las consecuencias de tener un 8% de energía proveniente del carbón. La transición hacia una energía 100% limpia y renovable continúa, pero aún está lejos de llegar. El primer paso está siendo sustituir el carbón por el gas (que también contamina, pero menos).
Un futuro energético complejo
En cualquier caso, esos 23 euros que se han pagado por emisiones de CO2 van a seguir aumentando y algunas estimaciones hablan de más de 50 euros por tonelada en los inviernos de 2021 y 2022.
Ahorra con el traje a medida de Lúmina Energía
Para combatir esta fluctuación de precios y hacerles la vida más sencilla y justa a nuestros clientes, desde Lúmina ofrecemos el Traje a medida, un asesoramiento personalizado con el que queremos que pagues solo por lo que necesitas. Escucharemos cuáles son tus necesidades y diseñaremos un producto y una financiación a tu medida.