Ya hemos hablado de cómo y por qué incrementa el precio de la luz, especialmente en esta época del año, pero hay algo que aún nos queda por comentar y explicaros a grandes rasgos: los dos grandes tipos de tarifas de luz que hay en nuestro país.
Cuando pensamos en tarifas de luz, se nos vienen a la cabeza las diferentes modalidades que nos ofertan las comercializadoras, pensadas para que el gasto energético que llevas en tu día a día en casa sea lo más económico posible. Tarifas que se adaptan a los diferentes estilos de vida que tenemos.
Pero esta variedad de oferta no es en realidad la que conforma la categoría genérica de tipos de tarifas de luz que hay, que son dos: la tarifa PVPC y la tarifa Mercado Libre.
Tarifa PVPC
Su nombre viene de “Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor”. Se trata de una tarificación fijada por el Gobierno, y en función de la demanda que evoluciona a lo largo del transcurso del día va variando su precio.
Esta tarifa permite a las familias con menos posibilidades acceder al Bono Social, es independiente de las comercializadores y no tiene ningún tipo de permanencia, pero en contraposición no tienes una estimación exacta de lo que vas a pagar por la luz, ya que esta va variando constantemente. Tampoco cuentas con los descuentos que las empresas comercializadoras ofrecen y mucho menos con una oferta adaptada a tu estilo de vida.
Tarifa Mercado Libre
Estos tipos de tarifas de luz son aquellos que ofrecen las comercializadoras, que se caracterizan por añadir al precio del kilovatio hora los costes regulados. Sin embargo, hay mucha más diversidad ya que varían en función de la empresa, que cuenta con márgenes para realizar promociones y descuentos a sus clientes. Con ellas, además, ya sabes de antemano lo que vas a pagar mensualmente y puedes elegir la tarifa concreta de la empresa que más te convenga.
En Lúmina contamos con distintas tarifas que varían en función de si eres particular o empresa, adaptándose a tu rutina de consumo.